Siguiendo con desafío, te presento mi tercer personaje del mes, si quieres saber de va esto, te dejo este link, y si quieres leer mis persnajes anteriores pícale a este enlace.
Para este personaje utilicé el siguiente disparador:
- Alguien que siente mucho frío.
Sin más te presento mi desarrollo.
* * * * * * * *
Satoshi
—Así
que.. —comenzó diciendo el alguacil —dígame exactamente que fue
lo que estaba haciendo cuando lo arrestaron —decía el hombre
frente a mí sentado al otro lado de la mesa, eché un vistazo a la
habitación para interrogatorios completamente desierta.
—Ya
se lo dije al oficial que me arrestó o mejor dicho que me obligó a
subir a la patrulla...
—Eso
fue porque usted trató de escapar, lo que lo hizo más sospechoso,
además yo quiero que me lo diga a mí así que comience de nuevo
—«sospechoso» me sorprendió escuchar esas palabras de la boca
del alguacil, suspiré —y mientras lo hace… por el amor de dios
deje de temblar, me esta sacando de quicio.
—No
puedo evitarlo me trajeron tan aprisa que no tuve tiempo de ponerme
la chaqueta, además sus lacayos me quitaron la camisa, me estoy
congelando —el alguacil se pasó la mano por la nuca —me han
tenido aquí por horas, ¿no se supone que tengo derecho a una
llamada?
—Ya
habrá tiempo para que haga todas las llamadas que quiera, sólo
dígame qué fue lo que paso.
—Estaba
en casa mirando televisión cuando llegó un oficial tocando la
puerta —comencé diciendo con fastidio exagerado —y… luego me
obligó a subir a la patrulla.
—¿Y
ya? — dijo él arqueando las cejas —así que eso fue todo... —me
encogí de hombros mientras veía el folder manila que sostenía el
hombre entre las manos desde que entró en la habitación, hojeaba
algunos documentos mientras hablaba —entonces supongo que no sabes
nada de esto —puso frente a mí una fotografía de una cerca rota.
—Hmm
—volví a encogerme de hombros y crucé los brazos.
—Ya
veo —decía el hombre con suma paciencia —y supongo que tampoco
sabes nada de esto —me mostró una fotografía de lo que parecía
un charco de lodo, una mancha color marrón en medio de la tierra
entre las plantas.
—¡No,
no se que sea eso! —dije más que harto —¿ya puedo irme? Se
supone que ayude a mi padre en la pensión.
—Me
temo que no hijo —con los codos en la mesa entrelazó las manos
cubriéndose la cara a la altura de la boca —la camisa que llevabas
tenía astillas que coinciden con la madera de la cerca y… también
había restos de sangre que coincide con la encontrada en la escena
del crimen, lo que te ubica ahí, además las pruebas de laboratorio
confirman que es sangre humana. Ahora hijo, te volveré a preguntar,
¿qué fue lo que pasó y qué estabas haciendo ahí?
¿Sangre?¿Escena
del crimen? Pero de qué iba todo eso, me pasaron un montón de cosas
por la cabeza, el alguacil seguía diciendo algo pero estaba tan
abrumado que no podía escuchar nada más que mi respiración
acelerada. En un acto reflejo me puse de pie.
—¡Wow!
¡Wow! ¡Wow! Deténgase ahí, yo no hice nada de eso. Yo sólo
quería comprar marihuana eso es todo ¿Ok?
—Siéntate
hijo, y comienza desde el principio —obedecí.
—Le
robé a mi padre un par de billetes, menos de cincuenta para que no
lo notara, hay un tipo que vende cerca de la antigua estación, lo
vería a media noche pero cuando llegué no estaba ahí, lo busqué
un rato y luego escuché un tiro, pero no sonó como un arma, era un
sonido como los de esas pistolas de aire, de esas que venden en los
supermercados —el hombre asintió —me asusté y corrí, estaba
muy oscuro así que no vi hacía donde iba. Me tropecé con algo y
caí, escuché un ruido,como un quejido y algo me agarró del brazo,
comencé a gritar y resbalé, fui a dar contra la cerca y eso es
todo. Volví a casa y dormí un rato, cuando el oficial llegó a
casa pensé que sabía lo de la marihuana por eso traté de huir.
Acepto que rompí la cerca pero no se nada de la sangre. Yo no maté
a nadie. ¡Lo juro!
—Ya
veremos —dijo mientras se ponía de pie —denle una manta, va a
pasar un buen rato aquí —dijo en tono más fuerte para que pudiera
escucharle pues ya salía de la sala de interrogación —y que haga
su llamada.
Me
pasé las manos por el cabello, ahora sí que estaba asustado,
reprimí las ganas de llorar mientras escondía la cabeza entre las
manos pero fue inútil, ya sentía las lágrimas corriendo por mi
cara.
* * * * * * * *
Gracias por visitar el blog.
Hasta la próxima.
1 comments:
Me gusta como usaste el disparador. Una razón bastante lógica y sencilla para no poder abrigarse, calza de maravilla con la situación. ¿Puedo asumir que esta diciendo la verdad? Ah, claro: ya veremos. :D
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