Acorde
a las festividades del mes, en Adictos A La Escritura, realizamos un
proyecto inspirado en la temática romántico/erótica. Creo que en
mi intento de participar en el ejercicio me desvié un poco del tema,
pero estoy contenta con el resultado que he obtenido, ya que desde mi retorcido punto vista, es también una historia de amor.
Aquí mi relato.
*
* * * *
Te
Amaré Hasta Que Me Muera
De
pie en el umbral de la sala la miró. La miró y supo que era
perfecta. Había tenido muchas mujeres durante su larga trayectoria,
pero ninguna como ella.La había seguido durante semanas, mejor
dicho durante meses, y cada vez que la miraba se convencía más de
ello. Debía tenerla. Una mujer como ella debía ser suya.
Ignorante
de los ojos grises que la examinaban, la mujer caminaba canturreando
por la penumbra que llenaba la habitación sin encontrar motivos para
encender la luz, mejor hubiera sido haberlo hecho. Llevaba puesto un
vestido plateado que dejaba las pantorrillas descubiertas, se acercó
al sofá susurrando una melodía al tiempo que alcanzaba su chal,
cuando al dar media vuelta se topó con una silueta fija en la
oscuridad. Se alarmó. Sus ojos se abrieron tanto por la impresión
que él creyó poder desmenusar su alma desde su lugar. Quiso gritar
pero ningún sonido salió de sus labios entreabiertos.
Era
perfecta. Oh si que lo era, «Exquisita»
pensó el hombre. Y sin más preámbulos, la tomó. Era una mujer
hermosa. Y no se equivocó, le regaló la muerte más perfecta de
todas, como no volvería a tener jamás.
La
tomó firme por el cuello y tensó los músculos de las manos, esas
manos adiestradas, acostumbradas al forcejeo, pero no hubo necesidad
de usar más fuerza. Ella lo miró con los ojos llenos de confusión
pero sin llanto. Sus pequeñas manos cálidas sobre las manos rudas
del hombre no intentaron detenerlo. Sus ojos verdes se fijaron en él
concientes de su fin y entonces se entregó a él, se entregó a su
muerte permitiendo que todos los secretos de su ser viajaran desde su
centro y fluyeran hacía su verdugo.
Lentamente
cerró los ojos mientras la vida se le iba, él no dejó de mirarla
como ella no dejó de mirarlo a él, casi pudo sentir el momento en
que su corazon perdió la fuerza.
Oh,
cuan perfecto había sido. Aunque corto, el momento lo había
llenado. Cuando todo hubo terminado y el último suspiro de vida
abandonó el cuerpo de la chica, la dejó caer suavemente sobre el
piso de madera. De no ser por las marcas en su cuello, cualquiera
pensaría que yacía dormida sobre el suelo, su expresión pacífica
lo había colmado. Por años buscó entre sus víctimas este
sentimiento. Por poco creyó que jamaś lo encontraría hasta que la
vio. Ella salía de un comercio cualquiera, tal vez sosteniendo algo
entre las manos. Lo supo desde ése momento, era perfecta y no lo
había decepcionado. Se había enamorado de su vitalidad y ella
libremente se la había entregado.
Salió
de la casa cerrando la puerta detrás suyo como si nunca hubiese
estado allí, cerró los ojos aún saboreando el momento. Nada
importaba ya, al fin lo había conseguido, comprendió entonces que
estaba satisfecho. Supo en cuanto la encontró, que su búsqueda
había teminado.
*
* * * *
Gracias
por pasarte a leer. Hasta la próxima.
Un
beso.
1 comments:
Hola, Nemi.
Aunque no presentaras tu enlace el día de publicación, al estar publicado el relato dentro de plazo sí que puedes entrar en la lista de participantes. Te añado, que además este ejercicio seguramente lo recopilaremos más adelante ;)
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