domingo, diciembre 27, 2020

Noviembre|Reto 2020|Silvia

  Hola a todos los lectores anónimos del blog, el día de hoy traigo mi personaje del mes de Noviembre con el que retomo el ejercicio.

La madre|Silvia



Cerró los ojos cansada. El frío de la pared donde descansaba su cabeza le ayudaba a refrescarse. Era una noche calurosa y los depósitos de agua eran cada vez más escasos. Había caminado mucho tiempo para encontrar agua y ahora sentía los pies tan doloridos que a pesar de que sabía bien que no podía pasar la noche ahí, se tomó la libertad de sentarse y descansar un poco junto a la pila de agua. Sus galones ahora estaban llenos y eso la hacía sentir tranquila, esperaba que fuera suficiente hasta encontrar el próximo deposito o a que llegara la siguiente lluvia. Por supuesto, si hubiera prestado un poco más de atención, habría notado los signos de la sequía que se avecinaba, de saberlo tal vez no se habría aventurado a salir del refugio que había encontrado en la casa abandonada donde pasó los últimos meses sola ¡Ah claro! No estaba sola, lo tenía a él. Besó esa pequeña cabecita y sus labios se mojaron con diminutas perlas de sudor. Aspiró hondo y dejó que el característico olor de su bebé le llenara los sentidos. Le reconfortaba saber que su bebé lo estaba resistiendo, era su deber asegurar que fuera así, pero, como todo ser humano, para sobrevivir necesitaba mucho más que esperanzas. Como fuera, la sequía estaba llegando, si tan solo se hubiera preparado para ello su destino podría haber sido distinto o tal vez no. ¿Quién iba a saberlo?

sábado, diciembre 26, 2020

Reto 2020|Los Días Depués del Fin del Mundo|Taemu

 Hola a todos los lectores anónimos del blog, el día de hoy traigo mi personaje del mes de Octubre con el que retomo el ejercicio, tal vez fuera por que tenía mucho tiempo de no poder escribir que salió un relato algo largo, aun así me gustó el resultado.

Alguien que oculta su identidad|Taemu



Había visto lo que les sucedía a todos aquellos que trataban de escapar y no tenía intenciones de tener la misma suerte que esos pobres miserables que habían fallado en el intento. Por decirlo de algún modo se había resignado a tener esa vida

Le dolían los pies. Hacía muchas horas que caminaban por las ruinas desiertas. De pronto se dio cuenta de que también tenía sed, sentía la garganta tan seca, sabía muy bien que entre las pocas cosas que llevaba en la mochila, había una cantimplora con agua suficiente para saciarse y deseaba más que nada tomarse unos minutos, tal vez un par de horas, para descansar los pies, pero también sabía que no podía, tenía un solo objetivo en mente y ese era mantenerse con vida. Y esa era razón suficiente para soportarlo todo.

Ya no siento las piernas, ¿no podemos descansar un rato?

Debemos seguir, estamos demasiado cerca para rendirnos ahora.

Dijiste lo mismo hace horas.

No podemos detenernos ahora, es preciso que lleguemos antes de que se ponga el Sol.

¿Por qué? ¿Qué pasa después de que se pone el Sol?

No quieren saberlo.

¡Claro que sí!

—…

¡Oye niño, ya basta! —sintió el jaloneo del muchacho en su brazo y por un instante perdió el equilibrio —¡O nos dices de una buena vez o no daremos ni un paso más!

Está bien —bajó la cabeza para ocultar su rostro, no podía permitir que su rostro delatara la expresión que su voz trataba de disimular —pero tienen que creer lo que les voy a contar —antes de comenzar su relato respiró hondo, sabía bien que nada de lo que diría a continuación era mentira y eso era lo que más la aterraba —tienen que creerme porque lo he visto con mis propios ojos. Primero el sol se esconde en el horizonte mientras escuchas el viento, un silbido suave que pasa casi inadvertido hasta que de a poco se vuelve un rugido, luego el olor a polvo trae consigo una nube espesa de tierra seca que te obliga a detenerte. Justo en ese momento una luz cegadora lanza un pitido tan fuerte que te hace perder el equilibrio y entonces ves los camiones y a los gigantes que bajan de ellos. Y eso es lo último que ves.


Sin decir nada más, siguió caminando y los chicos detrás de él lo siguieron en silencio también. De vez en vez miraban al horizonte, el sol caería en cualquier momento y el viento soplaba cada vez más fuerte, ¿acaso había empezado a oler a polvo? Claro que sí, desde hacía horas era lo único que olían. Luego la nube de tierra y rugido fuerte.

¡Corran! —gritaban —¡Son los camiones! —decían.

Ya es tarde —dijo el chico con voz suave —están aquí —vio los camiones y la luz cegadora, tuvo que cubrir sus oídos pues el pitido le causaba un dolor intolerable. Y los gigantes llevándose a los niños, esa era la parte que más odiaba ver —no se resistan —volvió a decir —les harán daño si lo hacen.

Sube al camión Taemu —le dijo un gigante —Has hecho un buen trabajo otra vez— por supuesto que se sentía culpable, su trabajo era buscar a los niños perdidos y llevarlos al lugar de recolección, pero en este nuevo mundo lo único que él quería era sobrevivir y esa era su única determinación.


Gracias por leer. Hasta la próxima.

jueves, diciembre 03, 2020

12 Meses 12 Personajes|Disparadores de Diciembre

 Seguimos el reto con los disparadores del mes de Diciembre. Recuerda que la publicación del  ejercicio se hará en la plataforma que elegiste antes del último día del mes, depende de las participaciones se puede hacer un archivo en Facebook a modo de recopilatorio. Si quieres sabes de que va esto haz click aquí.



Disparadores de personajes:

  • Alguien que por algún motivo no puede quitarse el abrigo, aunque en realidad muera de calor.

  • Alguien que extraña a aguien que no puede volver a ver.

  • Alguien que necesita ayuda.

  • Alguien que siempre ha estado solo.


Éxito con el desarrollo de tus personajes del mes, si tienes alguna pregunta o comentario no dudes en dejarla en mi Facebook o bien en los comentarios.

Gracias por participar.

Besitos de chocolate.